Historia de Ana Orantes.

 ¡¡Hola a todo el mundo!!

Esta semana vengo hablaros sobre Ana Orantes,  fue una mujer española víctima de violencia de género, que expuso en una entrevista televisiva la violencia a la que había sido sometida por parte de su exmarido. Trece días después del testimonio en televisión fue asesinada por su expareja,​ lo que generó dentro de la sociedad española gran repercusión y visualización de la violencia machista, y como consecuencia, la remodelación del Código Penal.

He decidido hablar sobre ella por el tema tan polémico que existe en la actualidad, la docuserie de "Rocío Carrasco cuenta la verdad para seguir viva". El camino tomado ahora por Rocío Carrasco para narrar ante una cámara su versión del calvario que asegura haber vivido en los últimos 25 años lo abrió Ana Orantes en 1997. Por lo que quien conociese esta historia, al ver la docuserie ha tenido que rememorar aquellos hechos que acontecieron en 1997.

El testimonio de Ana Orantes tuvo una gran repercusión en temas de lo legal y que espero que el testimonio de Rocío Carrasco también lo tenga. De hecho, las llamadas al 016 han aumentado un 46% tras la emisión de la docuserie.

Para quienes no sepáis quien fue Ana Orantes, aquí os dejo un resumen de su historia.👇

Fuente: The New York Times.

El 4 de diciembre de 1997, Ana Orantes decidió plantarse en el plató de Canal Sur para contarle a todo el mundo su historia. Ella vivía una pesadilla desde que se casó durante 40 años, por desgracia en un país donde el maltrato se normalizaba y se silenciaba. Hasta que relató su infierno en la televisión pública.

"Yo tenía que aguantar paliza sobre paliza. Le tenía miedo y horror", decía ella. "Para él nunca fui nada, absolutamente nada. Nunca he sido nada para él, ni me ha querido. Sólo me ha dado palizas y sinsabores", decía. "Yo no podía respirar, yo no podía hablar, porque yo no sabía hablar, porque yo era una analfabeta, porque yo era un bulto, porque yo no valía un duro. Así ha sido cuarenta años. Yo lo creía, lo creía, lo creía, porque yo tenía once hijos, no tenía dónde irme, no tenía dónde irme. Me daba palizas un día y otro día y el del medio...". 

Así rompió ella el silencio ante una lucha que por aquel entonces parecía perdida. 

Ana tuvo 11 hijos/as con su maltratador pero 3 de ellos murieron. El mismo también dercargaba rabia hacía ellos/as. Ella veía cómo cada una de las denuncias se quedaban en nada. Más de diez llegó a recibir su asesino y no le sirvieron para nada. 

Decidió desahogarse en el programa que presentaba Irma Soriano, "Ana fue la voz de la conciencia de un país que no estaba preparado para escuchar su historia, que era la de tantas miles de mujeres. Ella contó aquello que nadie quería oír", declaró Soriano. Y es que Ana no solo contó su dolor, sino que en ella pudo verse a una mujer cansada pero valiente, que no quería más violencia ni golpes, ni para ella ni para sus hijos.

El 17 de diciembre de 1997, su marido la asesinó. José Parejo, un albañil que no se cansó de maltratarla, le prendió fuego en el patio de la entrada de su casa.  La justicia le impuso una condena de 17 años. Una condena insuficiente que ni siquiera llegó a cumplir, porque falleció en noviembre de 2004 por un infarto.

El caso de Orantes provocó una catarsis que reactivó el movimiento feminista español y que desencadenó un cambio social con consecuencias más que positivas a todos los niveles.

En 1999 se reformó el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que añadió la persecución de oficio de los malos tratos sin que hubiese denuncia de la agredida, la violencia psicológica como delito y las órdenes de alejamiento. Este artículo fue ampliándose y en 2003 se estableció que cuando se fijara una orden de alejamiento también quedara suspendido el régimen de visitas, la comunicación y la estancia respecto a los hijos.

Ana Orantes nos enseñó que debemos alzar la voz, que la violencia machista no es algo que se deba normalizar. Marcó un antes y un después en el país y en cualquiera que haya podido escuchar su testimonio. Ha ganado un reconocimiento del que seguramente estaría orgullosa, pero seguramente se enorgulleciera más de ver todos los avances a los que hemos podido llegar. La sentencia de su exmarido es insultante, y si hubiera ocurrido a día de hoy no dudamos en que la gente se habría echado a las calles.

Gracias Ana, tu despedida fue desgarradora y nos dejó una gran lección a tod@s los/as que luchamos por este moviviento feminista. A día de hoy lo hacemos por las que ya no tenéis voz y por aquellas que viven una situación perturbadora día a día y no pararemos hasta que esto deje de suceder.

¡Por las que se fueron, por las que seguimos y por las que vendrán!💗

Os dejo el testimonio completo de Ana Orantes.